CRÓNICAS MUTANTES: LA CAVERNA DE LOS PARTIDOS EN ESPAÑA. EL PNV

Mucho CUPO y demás parola pero Euskadi se encuentra en una crisis de deserción de empresas y de alta vulnerabilidad financiera.
Los ricachones racistas del PNV siguen chantajeando a un país con el tema de los presupuestos, que se necesitan por encima de todo en España. Antes era el CUPO. Lo han conseguido y, ellos, insaciablemente, tampoco están de acuerdo ahora y exigen conocer qué sucederá tras el 21-D, en cuanto a la gestión de sus resultados. ¡Es intolerable! ¿Guardianes de qué son estos orondos peneuvinos. Ahora, tras conseguir el CUPO y la Ley de Concierto Económico en el Congreso de los Partidos políticos, salen con estas. Y todos esperando a que los “aundias” (grandes) del PNV decidan los momentos en los que se den las condiciones de normalización en Catalunya y así decidirán cuándo o cómo se podrá comenzar a negociar. ¡Y claro! Rajoy les da todo y más. Y seguimos igual, pero peor.

Estos "salaos" del PNV, al consenso partitocrático, le llaman procesos políticos bilaterales que llegan a buen puerto; yo, lo denomino chantaje. Que un país tenga esta ley electoral que de estas descompensaciones en favor de grupos minoritarios, sobrevalorando sus votos, y que tengan rehén a un país, es una vergüenza. El PNV es corrupto tanto o más que el PP. Eso y no la Reforma Constitucional para dar más "parné" a estos, es lo que habría que reformar. Pero nadie aborda este espinoso tema que busca los acuerdos entre oligarcas corruptos e interesados en sus beneficios, al margen de la sociedad. Viven de ello, hoy por ti, mañana por mí. Trabajan para el Estado y cobran de él pero les pagamos los demás; ello es una gran tragedia nacional y conforman la caverna de los partidos.

Da igual modo que hoy Rivera critica duramente al CUPO, ayer Rivera y el PP boicotearon cualquier subida para este año, 2017, del 1,2 % a los pobres pensionistas, solicitando al Gobierno nuevos informes sobre la medida que aprobó el Congreso, en una maniobra dilatoria que impidió su puesta en marcha. De nada valieron los votos mayoritarios de la oposición que sirvieron para dar luz verde a la propuesta de subir las pensiones un 1,2 % en 2017, frente al 0,25% previsto por el Gobierno. El Ejecutivo de Mariano Rajoy hizo valer su veto y consiguió la complicidad de Albert Rivera para dormir la propuesta en el limbo de la burocracia parlamentaria. De Ciudadanos la misma corrupción partitocrática que los demás. Él mismo,  Rivera, que habla sobre que hoy los españoles pagaremos el CUPO,  con recortes, abocó  a los pobres jubilados a pagar con la mísera de subida salarial, otros recortes. Son más de lo mismo. Corruptos e igual de vividores. Entre ellos se entienden, sea con el PP, Ciudadanos, PNV, Podemos, Bildu… con los demás, entre todos. Ninguno es de fiar.

Todos los partidos son órganos permanentes del Estado, de la autoridad de aquello contra lo que tenemos que defendernos. Todo el señuelo de la llamada democracia es una ficción de la que viven la mayoría de la prensa que publica y muchos del pesebre corrompidos por estos oligarcas. Lo del PNV hoy, discrepándole, no es libertad o encuentros de procesos políticos bilaterales y posibles, se trata de un reparto convenido de papeles. Pretender reformar la cultura política o la moral desde este Régimen de Partidos es imposible. Hoy tenemos un ejemplo. Las fuentes de corregir la moral se encuentran en la sociedad civil y en la prensa, que enmiendan. Y los partidos son órganos del Estado que se han alejado de las fuentes de la moralidad. Por ello son corruptos. Metidos en el Estado, con poder de convocar elecciones por el sistema proporcional de listas y hasta el más "tontua" hace un partido, se financian del Estado. El pasado vuelve en cada sesión parlamentaria. Negaron la libertad política de poder crear un Régimen elegido por sufragio, pactaron con Franquistas y en unas horas, se convirtieron en los iluminados del pacto de participar en el poder aun cuando no tengan votos o poder, copiando el esquema europeo de la Guerra Fría y regalándose y repartiéndose el café para todos. Por ello, hoy, el PNV y los nacionalismos están en condiciones superiores de proporcionalidad; jamás buscando la igualdad ya que se creen superiores a los demás; intrigando en el Parlamento; nunca conformándose con nada y favorecidos por esa proporcionalidad exagerada y justa que les dan unos exiguos votos en su representación local trasladada al Estado.